Nos despejamos dentro la naturaleza en una tranquila
cabaña, pudimos compartir ideas y plasmarlas con un sentimiento profundo. Para
posterior luchar por aquella realidad que queremos ver y sentir.
Sentí una brisa, un nuevo amanecer, una nueva
realidad, viajando junto al equipo de Siembra Juventud. Estuve establecido
cómodamente junto a los demás miembros, donde pudimos ver distintas
perspectivas de nuestros compañeros activistas de La Paz, Los Yungas, El Alto,
Sucre, Santa Cruz y por su puesto Tarija compartimos y manifestamos la voluntad
juvenil que puede llegar a tener cada miembro, como para poder ejecutar
nuestras acciones en base a proyectos que cada uno lucha para realizarse.
Tuvimos una bella noche cultural, en donde cada
departamento nos demostró una danza, reseña, canto que caracteriza al lugar
proveniente de cada delegación.
Solo me queda decir que, gracias a aquella experiencia
inolvidable, gracias a toda esa etapa vivida de la mejor manera, hoy y ahora
puedo retomar mis ganas de luchar de plantear, de manifestar, de lograr aquello
que todos anhelamos.
Una realidad en donde un niñ@ no sufra, una realidad
en donde un joven pueda vivir sin miedo, una realidad en donde un adulto sea
nuestro fiel compañero.
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